El pasado 5 de septiembre, Pöttinger reunió en su ya clásico Día Internacional –de periodicidad bienal– a alrededor de 800 personas que participaron en un completo programa desarrollado en la sede de la empresa en Grieskirchen (Austria) y en una granja situada en el cercano pueblo de Ansfelden, donde tuvo lugar la conferencia de prensa y donde se celebraron varios talleres de trabajo para conocer con más profundidad los avances en las gamas de laboreo y de siembra.
Fue una jornada intensa y emocionante, con un despliegue de medios y una organización capaces de superar las expectativas de los más exigentes y a la altura, sin duda, de una gran compañía y de un gran nombre como es Pöttinger.
No en vano, en el ejercicio 2013/2014, la empresa familiar austríaca volvió a aumentar su cifra de ventas por cuarto año consecutivo, alcanzando los 314 millones de euros, un nuevo récord de facturación en sus 140 años de vida.
El sector del forraje representa el 61 % del volumen de negocio, con un aumento del 3 % con respecto al año anterior. Por otra parte, el crecimiento en el sector del laboreo del suelo fue de casi un 5 %, lo que supone un 26 % de las ventas.
Europa sigue siendo el mercado principal de la marca y Austria uno de los mercados individuales más fuertes (15 %), junto con Alemania (22 %) y Francia (12 %). No obstante, la internacionalización cobra cada vez más peso, con un cupo de exportación del 85 % en el último ejercicio y una facturación de 266 millones de euros. El crecimiento más destacado en el último año se produjo en Irlanda (96 %), EE. UU. (47 %), Ucrania (23 %) y Gran Bretaña (19 %).
El éxito empresarial de Pöttinger se asienta en dos pilares fundamentales: la innovación orientada hacia las necesidades reales de los agricultores y la cercanía con los clientes, en la que los importadores juegan un papel esencial.
Consciente de la importancia de adaptarse a las características específicas de cada mercado y de cada geografía, la compañía austríaca ofrece una variada gama de maquinaria, tanto en el segmento del forraje –desde el rastrillo alpino ALPINHIT hasta el remolque autocargador de alto rendimiento JUMBO– como en los de laboreo y siembra, segmentos en los que Pöttinger centró buena parte de su inversión en los últimos años. Gracias a este esfuerzo, la empresa ha conseguido productos adaptados que van desde soluciones simples y económicas a resultados extremadamente potentes para las exigencias más altas. En esta línea, merece la pena destacar los 10 millones de euros invertidos en el centro de producción de sembradoras de Bernburg (Alemania).
En un segundo nivel, los distribuidores dan respuesta a las necesidades individuales de cada cliente y solución a sus problemas en el menor tiempo posible –proximidad y calidad regional a nivel mundial–.
“Pöttinger quiere ser un paraíso para el sector agrícola”, aseveró Heinz Pöttinger –gerente de la empresa junto a su hermano Klaus– durante la rueda de prensa. En este sentido, se refirió al trébol de cuatro hojas representativo de la marca, símbolo de buena suerte y que, según una antigua leyenda, crecía abundantemente en el paraíso. Cada una de las hojas representa una de las claves de éxito de la empresa: innovación y sostenibilidad, comunicación y cercanía, credibilidad y confianza, y economía y eficacia.
El desarrollo de mecanismos que aseguren la protección del operario dirige todas las innovaciones, orientadas a la alta protección del suelo y del forraje, la óptima adaptación al suelo, la precisión, la eficacia y la economía de las máquinas. Pöttinger ofrece equipos ligeros, que necesitan poco combustible y que aumentan la productividad; asimismo, garantiza la sencillez en el manejo de las máquinas, cada vez más intuitivas gracias a los sistemas de aplicación inteligente de la técnica agrícola.
La fiabilidad y la larga vida útil de las máquinas, gracias a la calidad probada en el Centro de Tecnología e Innovación y a la garantía de recambios originales incluso para las más antiguas, es otro de los compromisos que la marca ofrece a sus clientes.
La responsabilidad de los 1.575 empleados y la riqueza que otorgan los años de experiencia completan las claves del éxito.
Con estos ingredientes, Pöttinger se plantea un horizonte de crecimiento que alcanzaría los 450 millones de euros en el año 2020.
Unas nuevas instalaciones, situadas junto al Centro de Tecnología e Innovación (TIZ), en Grieskirchen, acogieron la presentación oficial de las novedades de la marca, donde los productos de laboreo y siembra tuvieron un papel relevante.
Bajo espectaculares juegos de luces y al ritmo de pegadizos temas musicales, por el escenario fueron apareciendo las nuevas máquinas, primero las de forraje, luego las de laboreo y, finalmente, las de siembra.
La combinación de segadoras más grande del mercado, la NOVACAT S12; el nuevo y potencial cultivador SYNKRO Multiline, que se combina con rodillo compactador de goma; la imponente sembradora de mínimo laboreo con fertilización directa TERRASEM Fertilizer y, por supuesto, la nueva sembradora neumática AEROSEM 1002 fueron algunos de los productos más esperados por los asistentes.
No obstante, la gran sorpresa de la jornada se produjo cuando, por ambos lados del auditorio preparado para la ocasión, aparecieron dos tractores que traían consigo una rotoempacadora y una rotoempacadora-encintadora, los nuevos prototipos de Pöttinger cuya salida al mercado se prevé para dentro de dos años. La expectación inicial causada por la aparición estelar del nuevo producto de la marca dio paso a los aplausos y a los flashes, mientras el ingeniero Klaus Pöttinger avanzaba las características principales del pick-up.
A continuación tuvo lugar la tradicional demostración en campo del funcionamiento de los equipos, en la que no sólo los invitados al Día Internacional, sino también numerosos agricultores de la zona, pudieron comprobar los avances tecnológicos de las máquinas en condiciones reales de trabajo.
La jornada terminó con una cena-fiesta con la que Pöttinger quiso celebrar con sus empleados, distribuidores y clientes de todo el mundo los buenos resultados de la compañía y las favorables perspectivas de futuro, ya que la agricultura y la técnica agrícola siempre están de temporada.